Yo había caído en la misma categoría y no estaba preparado replica relojes para el impacto inverso de ser compacto, delgado y sin peso. Conozco los milímetros y los gramos, pero en mi cabeza la imagen más grande del GMT-Master se había convertido en un monstruo. Mi muñeca resulta ser del tamaño exacto de la del propietario, porque nunca he tenido una pieza de revisión en la que metí la mano a través del delicado brazalete vintage y doblé el cierre de buzo bastante endeble y sentí... En casa. Inmediatamente se olvidaron los clics de salida en YouTube de otro episodio de Talking Watches (nota: me encanta Talking Watches, en serio) cuando una réplica antigua de Rolex de un millón de dólares es adulada y se desliza junto a otra miniatura de Watchville con un doble submarino vintage rojo rayado. Este GMT-Master no es algo que quiera quitarme de la muñeca. ¿Qué brujería es esta?
Con un tamaño similar a un reloj de 11 mm, la caja tiene un diámetro de 38 mm si se ignoran los discretos protectores de la corona, con una asa rechoncha de 45 mm. Esto es escaso para los estándares actuales. Y es más pequeño que mi tan anunciado Black Bay Fifty-Eight, pero aun así me imaginé la generosidad. Si Leonardo da Vinci hubiera esbozado la proporción áurea de los relojes de pulsera en su mesa de dibujo, estos son los números que vería. La compacidad del diseño me toma por sorpresa, pero la presencia visual está ahí a raudales.
Lo que me llama la atención es el lenguaje tranquilo replica rolex que habla: el de una herramienta minimizada y decididamente segura. El confort es pura microergonomía objetiva y el respeto por Rolex está firmemente subrayado. El paralelo con el atemporal Porsche 911 es algo que a menudo nos viene a la mente, desde la forma ágil del debut de 1965 hasta el gigantesco mito de la alta tecnología actual que aún fascina.